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Sacerdote, maestro y tribuno, Rodríguez de Mendoza formó a una nueva generación de criollos en las ideas revolucionarias e ideales de honor y patria que se fermentaban en la época.
Estudió en el Seminario de San Carlos y San Marcelo de Trujillo y en el Seminario de Santo Toribio en Lima. Ingresó a la Universidad Mayor de San Marcos donde optó los grados de Licenciado y Doctor en Teología (1770). Al fundarse el Real Convictorio de San Carlos fue nombrado profesor de Filosofía y Teología. También se tituló de abogado ante la Real Audiencia de Lima.
Durante su larga estancia como rector en el Convictorio de San Carlos reforzó los estudios de ciencias naturales y matemáticas y propuso la enseñanza de asignaturas orientadas a nuestro contexto, usando frases como: "¿qué razón hay para ignorar la Geografía y la Historia del suelo que pisamos?". Prescindió también del latín en la currícula educativa por considerarlo un estudio “que se aprende en cinco años y se olvida en cinco días".
Se preocupó también por la educación popular, confiando en que la unidad del idioma sería el camino para lograr la igualdad del indio con el criollo y el blanco.
Su ancianidad no impidió que, a la llegada de la expedición de San Martín, el viejo reformista abandonara su retiro para ponerse a las órdenes del gobierno libertador y así tomara parte en el nacimiento de la República del Perú. El gran maestro chachapoyano murió en junio de 1825.
3 comentarios:
gracias
De nada
Encerio?
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